miércoles, 11 de abril de 2007

La Importancia de una cultura Tributaria

Al hablar de cultura lo primero que se nos viene a la mente es el conjunto de valores y costumbres que aplica la sociedad en la vida diaria de manera reiterada y uniforme. Cuando consideramos la exigencia de introducir o inculcar la cultura en el ser humano es porque sentimos la necesidad de implementar cambios y es esto lo que nos lleva a forjar una cultura tributaria, la cual se refiere a ese mismo conjunto de valores y actitudes, pero respecto a los tributos, con la finalidad de cumplir permanentemente con los deberes y obligaciones fiscales, para ello se requiere que la población en general adquiera y refuerce los conocimientos sobre este tema y a su vez comprenda la importancia de sus responsabilidades tributarias que le permite a los ciudadanos concebir dichas obligaciones como un deber acorde con lo valores democráticos.

Teniendo así una visión mas clara de lo que es cultura tributaria, podemos hablar del comportamiento que ha tenido la misma en los últimos años, así logramos decir que anteriormente no existía dicha cultura debido a que el venezolano no cumplía con el deber de declarar impuestos, quizás porque no se tenían bien implantados los objetivos y la manera de realizar una recaudación con carácter eficiente, además que para el contribuyente el pago de impuestos a pesar de ser un deber estipulado por la ley, no lo ve como una obligación sino como un desembolso de dinero, el cual no genera beneficio alguno, es por ello que probablemente evadían sus responsabilidades.

Sin embargo, se puede decir que desde los últimos años, la cultura tributaria se ha ido fomentando en el venezolano a través de las políticas de recaudación implantadas por el SENIAT los cuales son evasión cero y contrabando cero además que es un tema central hoy en nuestro país ya que estos tienen una gran influencia e impacto sobre la economía y el desarrollo del mismo. Dichos planes han cumplido de manera efectiva con sus objetivos, dando a entender los deberes y derechos de los contribuyentes para con el estado y creando en la mentalidad de los mismos el riesgo que traería el no cumplir con la responsabilidad fiscal como multas, perdida del crédito mercantil por los avisos de infractor tributario, el cierre de los establecimientos por tiempo postergado, y entre otras sanciones que establece la ley.

En este sentido se ha cumplido con los objetivos, teniendo en cuenta que todas las contribuciones van directamente al tesoro nacional, pero ¿y el después? O sea, a donde se dirigen estos ingresos, ¿a cubrir el gasto público? Porque se evidencia una mala administración de dichos recursos, no se observa que se invierta en los servicios del estado, que es a lo que el contribuyente venezolano tiene derecho, a disfrutar de un excelente servicio de salud, de educación, de transporte, vialidad, entre otros servicios necesarios; y es donde nos preguntamos, ¿tenemos deberes, pero no derechos? De allí que se desprenda la desconfianza al estado.

Asimismo, teniendo en claro que las políticas implantadas no son suficiente por si solas para acabar con esta situación, se debe tener en cuenta que aparte de seguir mejorando las acciones que hasta ahora ha realizado el SENIAT, se debe implantar una estrategia dirigida hacer duradero el cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias que se base en valores y actitudes adecuados al deber del contribuyente para que el Estado cumpla con sus objetivos y así se cree la cultura tributaría basada en deberes y derechos de los ciudadanos, debido a que esta no se logra de la noche a la mañana, sino que mas bien requiere de tiempo y técnicas efectivas para cultivarla en la humanidad y necesita desarrollarse cada vez mas para y de esta manera lograr eficiencia y éxito en las reformas fiscales y tributarias que se hagan.